Antes de invertir usted debe tener claro: a) La meta de su inversión: ese proyecto que usted quiere ejecutar, cuánto le cuesta y para cuándo lo quiere llevar a cabo (tome en cuenta los incrementos por inflación, el tipo de cambio e impuestos). b) El detalle de sus gastos e ingresos. Revise cuáles gastos puede recortar y cuánto puede realmente destinar para el ahorro y la inversión sin comprometer su estabilidad financiera actual. c) La mecánica de invertir a través de un puesto de bolsa o una sociedad administradora de fondos. Pregunte por las comisiones a pagar, los servicios de asesoría que brindan, las opciones que le ofrecen y los impuestos aplicados. La información de los puestos y sociedades autorizadas está en la Superintendencia General de Valores, debe verificar que la entidad que ha escogido esté inscrita. Compare no solo las comisiones y su situación financiera sino también el servicio y atención que le brindan. d) La información disponible relacionada con los productos en que va a invertir (bonos, acciones, fondos de inversión abiertos y cerrados). Todos los productos poseen un prospecto o un “term sheet” que detalla las características de los productos, los riesgos relacionados, las tasas a pagar (solo en el caso de bonos), y cuál es el país cuya normativa regiría en caso de haber algún conflicto relacionado con la inversión (en el caso de inversiones en el extranjero).
